Ayer volví a soñar con la muerte.


Foto: Castro Prieto/Extraños/Centro Cultural de España/200Ayer volví a soñar con la muerte.
Ahora, no sentí ganas de despertar.
Estaba decidida a seguir aquel sueño
hasta donde tuviera que llegar...
y llegó, como cándido viento,
la sensación de evanescencia.
Un cerrar de ojos, sin temor...
Transparencia.
Un abrazo acompañado de un regocijo
extraño...
que nunca antes había sentido.
Ayer, cuando volví a soñar con la muerte,
supe que lo que realmente quería hacer...
en esta vida:
morir.
La delicia de hacer una meta...
de aquello (único) inevitable.
Acepto mi existencia.

Comentarios

Entradas populares