BRESSON/TERCER INSTANTE

BRESSON/TERCER INSTANTE

Vagabundo. LLevado a las alturas para retratar el arte
de una realidad que ya no
es ahora. Que quizás no fue como aparece, pero que está intacta en un opuesto positivo, en un papel
impreso: metáfora vaga de sus ojos inertes.

No estaba ahí. ¿En dónde se vuelven los años -efímeros e inasibles- eternidades y posibles dioses imaginarios? Así pintaron los cielos las miradas antiguas. Así fue la lluvia suspendida: vapores: mítico aliento.

Desde el alto acantilado de la mente humana, pueden verse las formas solitarias, en compañía de fantasmas que no existen: no tienen nombre.

Las ruinas de la melancolía lloran su absurda condición de recuerdos. ¿Alguien quiere rescatarlos? ¿Traerlos de vuelta a la vida?

Hoy, el vacío cura el vacío... y no hay tiempo pasado que haya sido mejor. Porque el absoluto y el vacío han sido los fundamentos (vanos, ilusorios) en los que, desde la alta cima, hemos proyectado como sombras grotescas de un miedo inexplicable... por vivir, por morir.

El vacío entrena a mi cordura. El absoluto es absorbido y otro absoluto viene a colmar mi mente, de apariciones repentinas.

No hay camino de regreso, de esta imponente cima. No hay mejor ruta para subir, que tirarse desde arriba.