Duplicado



Reconozco ese aroma con flores colgantes
y enredaderas, hierba moviéndose 
rocío que gota a gota te refleja
y cae sobre el hombro de mi mañana.

Dejar la noche a secas
matar a un susurro
es un crimen de necios.

Si la necedad escuchara el sonido
de tu nombre cuando vuela
entendería a mis labios.

Si supiera que debo repetirte
para dejarte ir
y quedarme contigo.

Si supiera que no tengo más fe
que por ello no puedo creerte
debo crearte.

Reconozco ese aroma que crece
y se engarza en los silencios.
Así al callar hablamos de las cosas
que parecen cosas y los seres
que parecen seres.

Reconozco ese aroma súbito
a magia y pergamino
que nos divide para después
reunirnos al pie de todas las montañas.







Comentarios

Entradas populares